La experiencia de nuestros becarios en el mundo de las mudanzas

Mi primer año y medio en las mudanzas ha sido muy intenso a la vez que enriquecedor… Empecé en esta empresa haciendo prácticas gracias a mis estudios, allá por abril de 2019.

En ese momento pasaba casi todo el tiempo en el departamento de tráfico haciendo tarifas y pasando precios, siempre tutelada por mi Jefe de Trafico principalmente y por el resto de compañeros del departamento, pero de vez en cuando también ayudaba a al Comercial de Traslados de Oficinas, y gracias a eso, una vez que ya había terminado las prácticas, en agosto de 2019 me llamaron para trabajar en ese departamento.

Mis funciones principales aquí eran ser el apoyo de mi compañero y ayudarle a sacar adelante todo el trabajo posible. Enviaba presupuesto, albaranes, contactaba con los clientes para concretar detalles, hacía captación de clientes, me encargaba de la documentación de los concursos a los que nos presentábamos, en definitiva, de complementar todo lo posible mi trabajo con el de mi compañero y que siempre hubiese alguien en la oficina para responder al teléfono o contestar un email mientras él estaba fuera haciendo visitas presenciales o cualquier otra tarea.

Todo esto cambió una vez que empezó la pandemia… Ya no era tan necesario que ayudase al departamento de Traslados de Oficinas y había más demanda en otros departamentos, por lo que pasé a ser una comercial más encargada de llevar principalmente las mudanzas de particulares nacionales y poco a poco fui entrando en las internacionales.

¿Qué hacen nuestros Becarios en Mudanzas?

Mi trabajo principalmente consiste en realizar un primer contacto con los clientes, explicarles cómo se realiza el servicio, darles toda la información necesaria, resolver cualquier duda que puedan tener, sacar un precio y enviar el presupuesto.

Para poder enviar un presupuesto de una mudanza y que se ajuste lo máximo posible a las necesidades del cliente es primordial que me faciliten cierta información. En ese primer contacto suelo pedir direcciones completas de recogida y entrega, que me informen del volumen que tienen si lo saben, o si no les propongo una visita presencial u online, o me pueden enviar un inventario detallado y con fotos para que yo pueda calcular los metros cúbicos de la mudanza. Pido fechas en las que desean realizar su traslado y si tienen o no flexibilidad, y cualquier tipo de información extra como si quieren o no embalaje, si hay que llevar cajas en el caso de que embale el cliente, si hay que desinstalar o instalar algo específico, etc.

Durante unos meses he estado compaginando este trabajo con echar una mano en el departamento de tráfico. Aquí me encargaba de hacer tarifas, sacar precios y manejar de principio a fin los expedientes que me aceptaban, desde que salía el contenedor del puerto de origen hasta que llegaba a España y podíamos entregar sus pertenencias al cliente. Ahora mismo he vuelto en exclusiva a las mudanzas nacionales e internacionales de clientes particulares, pero siempre estoy dispuesta a echar una mano dónde se me necesite. Eso es lo que más me gusta de mi trabajo, que hay muchísimos tipos de mudanzas, mucha variedad de servicios, y yo he tenido la suerte de “tocar muchos palos” dentro de la empresa en un tiempo muy corto y de poder aprender un poquito cómo funcionan casi todos los departamentos.