Si para los adultos las mudanzas son todo un tormento, para los niños también puede suponer un momento angustioso. Por un lado, porque el propio proceso de la mudanza trae aparejado un desorden en las costumbres. El caos genera inquietud, sobre todo en los más pequeños, que no pueden procesar qué está sucediendo. Y por otro, porque una mudanza significa para ellos el fin de todo cuanto conocen: colegio, vecino, amiguitos, las tiendas de chuches del barrio, el parque al que van a jugar, etc. Todo ello lo dejarán atrás y deben decirle adiós sin saber qué está pasando. A continuación, te daremos unos consejos para que a los niños les afecte la mudanza lo menos posible, pero la primera cuestión es contratar alguna de las empresas de mudanzas que generan confianza como Grupo Amygo. Estamos especializados en mudanzas domésticas y de traslado de empresas, tanto en territorio nacional España como para Estados Unidos, Europa y Latinoamérica, como por ejemplo mudanzas a México, Colombia, Chile… La mudanza desde los ojos del niño

El primer consejo si tenemos que someter a un niño a una mudanza es que esta sea concebida como un juego. Siempre hay que mostrarle tanto las actividades del traslado como el cambio en sí como algo positivo. Para ello, evitaremos mostrarnos tensos y estresados, ya que si no provocaremos que el niño se angustie por culpa nuestra. Mostrarse positivo, alegre y esperanzado ayudará al niño a ver la mudanza como un proceso natural y a vivirla sin dramatismos. Habla con él y explícale las ventajas del traslado: conocerá niños nuevos, tendrá una habitación más grande, más bonita o nueva que podrá decorar a su antojo, va a recibir un regalo en su nueva casa y podrá hacer una fiesta para invitar a sus amigos, en definitiva, buenos comienzos de una nueva vida.
Los días de mudanza, por otro lado, la casa actual estará desordenada y será un ir y venir. Procura convertir las actividades en un juego con el cual pasar un rato divertido implicando al niño en las tareas. Deja e invita al niño a participar y compite con él o formad un equipo para guardar los enseres bien y rápido. Además, deja que guarde él sus cosas y se haga responsable de su propia caja. De esta forma, podrá tener sus juguetes y objetos queridos cerca y controlados. Piensa que para un niño, sus juguetes y sus cosas son sus tesoros. Es justo que sepa dónde están guardados y los tenga cerca. La idea de perder lo que más quiere puede crearle una angustia comprensible. Mantén la calma en todo momento y evita discusiones. Si la empresa de mudanzas comete algún fallo, háblalo en privado para evitar que el niño sufra la tensión. Contrata a Grupo Amygo, tu empresa de mudanzas de confianza.