La esperanza de vida en los tiempos que corren suele ser mayor, los avances en medicina ayudan a vencer ciertas enfermedades, y el estado del bienestar favorece la longevidad. Pero este incremento de personas mayores en nuestro país está también relacionado con un grado de dependencia considerable, y es que a medida que envejecemos, somos más dependientes, nos cuesta realizar esfuerzos, y ciertas actividades pueden resultar complicadas, tal es el caso de hacer las compras, realizar tareas administrativas o incluso subir escaleras. Ante estas situaciones cotidianas que resultan cada vez más difíciles, llega un momento en el que puede que la vivienda actual no sea la más adecuada para las personas mayores, un hogar que han fundado décadas atrás y donde han vivido seguramente los mejores momentos de sus vidas. La edad se impone como principal obstáculo para su autonomía e independencia.

Una
mudanza a un hogar mejor adaptado o a una residencia para mayores es la mejor decisión en muchos casos, los familiares deben afrontar la dura tarea de convencerles para que cambien de casa, garantizándoles que se trata de la mejor solución, argumentos típicos, que pueden que no sean aceptados. Las personas mayores suelen tener problemas para dejar ese hogar que ahora forma parte de sus vidas, y con la edad, nos volvemos tozudos, y tomar decisiones de ese tipo pueden ser dolorosas y desestabilizadoras. La posibilidad de mudarse debe ser planteada con cierta antelación, dejándoles de este modo, formar parte del proceso de decisión, y preparar la
mudanza en las mejores condiciones.
A la hora de buscar un nuevo destino, es aconsejable que los mayores conserven su autonomía: ascensor, comercios a proximidad… con las nuevas tecnologías es fácil acceder a cualquier punto del planeta y ver cualquier calle o barrio, aconsejamos una consulta de destinos potenciales con Google Street View. Los familiares deben tener en cuenta el criterio de proximidad, y encontrar un destino próximo a su domicilio, aspecto este último que aportará a los mayores una mayor tranquilidad, serenidad y confianza.
Se debe también tener en cuenta que todo el mobiliario, enseres y objetos de valor sentimental no podrán en todos los casos acompañarles en su totalidad, ya que, si se trata de un piso mejor adaptado, es probable que la superficie será menor, y si hablamos de residencias para ancianos, solo se tiene en cuenta una única habitación. Este aspecto es bastante sensible porque convencerles de separarse de objetos con los que han convivido desde hace tanto tiempo les va a resultar también difícil.
Para recuperar los elementos que no podrán desplazarse, los familiares pueden optar por un reparto, o bien por un almacenamiento temporal en un
guardamuebles. Para efectuar la mudanza de personas mayores, aconsejamos elegir una
empresa de mudanzas de calidad. Proporcionar servicios de mudanzas a personas de cierta edad es delicado y la profesionalidad y efectividad de la
empresa de mudanzas es un criterio primordial.